El progreso leeeeeeeeento x 2

Ayer estuve haciendo un tutorial de After Effects. Me pasé de 3 a 4 horas tratando de seguir las indicaciones de un tutorial de 7 minutos.

Esto me recordó todas las veces que empecé un curso de 10 horas y lo desarrollé en años….sin exagerar.

¿Qué pasa aquí? Se me ocurre que el primer factor es, obviamente, el no dedicarme completamente a estas formaciones mencionadas. Pero también lo atribuyo al ritmo natural de aprendizaje que tengo, que es más lento... No se siente nada bien decirlo, pero creo que es así (o simplemente uso algún método que no es el mejor para mí). PERO no estamos hablando de eso ahora, tal vez hable de ello otro día... El meollo del asunto es, sin duda, la frustración de quedarse atrás, compararse con una versión superdotada de una misma, es decir alguien que por lo menos pueda hacer 7 minutos de tutorial en máximo 15. ¿Cómo quisiéramos ser capaces, verdad? Pero, ¿y si no es posible ahora mismo?

¿Morimos? No.

Está bien ser como uno es. Es preciso recordar que nuestro cerebro es un misterio y funciona de formas muy distintas dependiendo de la situación, la personalidad y su estado emotivo. Mucho de esto no lo hemos elegido, y probablemente llegaría a la misma conclusión si mi juicio sobre mi velocidad de aprendizaje fuera más bien rápida.

Habrá que desentrañar un poco el tema para ganar claridad. Hablemos de los factores que se me acaban de ocurrir en el anterior párrafo:

  • La situación: No es lo mismo tener que hacer algo sin una fecha límite que con una en la que se arriesgue tu vida y la existencia del universo.El cerebro elegirá concentrarse en lo más importante, probablemente segregue hormonas (no soy una experta, pero lo he escuchado en diversos lados) y hará un "hyper focus". Y esto depende del temperamento. Habrá, por el contrario, quien se paralice, y su cerebro se rehúse a cooperar por quién sabe qué trauma o estructura mental adaptativa.

  • Y a esto vamos con la personalidad: teniendo en cuenta que nuestra personalidad está compuesta por distintas cosas que a veces no controlamos y a veces sí, esto hace que la respuesta a una situación específica sea distinta.

  • Y el estado emotivo es consecuencia del ambiente y del nivel de manejo emocional de la persona (cuyo desarrollo es igualmente circunstancial).

La gente más afortunada tendrá una situación óptima en la que se dé el caso de desarrollar una personalidad óptima para el aprendizaje y un manejo emocional que no haga de este aprendizaje algo posible solo en los momentos buenos de la vida.

¿Y qué si ninguno de estos factores está en su lugar?

Como ya lo dije, nada. Pero seguramente tendremos menos confianza al vernos más lentos, pensaremos que tal vez no somos igual de talentosos o capaces que aquellos que, de forma aleatoria, creemos que lo son.

Pero spoiler: Nunca podremos estar seguros ni juzgar correctamente desde nuestra visión superficial el proceso de una persona hasta lo que se deja entrever. Asumamos pues que todo es circunstancial y que unos cuantos cambiaron estas circunstancias de forma consciente.

Hay que tratar de ser de este último grupo. Pero la decisión no es mandato, sobre todo cuando se trata de una habilidad; no podemos decidir tener una personalidad óptima, un estado emotivo en forma ni mucho menos controlar la situación externa de la noche a la mañana. ¿Entonces qué queda?

—Rendirse.

¿Qué? ¿Quién dijo eso? 🤨

—Yo. ¡Pero no en ese sentido!

Me explico: Si todos los factores están en mi contra es mejor rendirme ante la idea de controlarlos. No hay un control remoto lamentablemente, todo continúa su rumbo natural. Un barco pesado no puede cambiar de ruta de derecha a izquierda en segundos. Progresivamente volteará para ir a la dirección deseada. Aunque tratándose de nuestra forma de aprender o de progresar en distintas disciplinas no es algo material o tangible si no se observa en resultados, esto puede tardarse un tiempo indefinido, el que sea, da igual.

Lo importante es progresar cada día, 5 minutos pueden hacer la diferencia en perspectiva, en 5 minutos puedes tener ideas geniales. Acostumbrar al cerebro a darse cuenta de esto puede ayudarnos a ganar disciplina profunda, no aquella popular que solo es un aparentar que eres productivo, sino una que sea producto de un deseo por crear y dar a luz ideas únicas. Y no, no estoy diciendo que cada vez que nos pongamos a trabajar en algo o a aprender algo tendremos algún tipo de iluminación, solo digo que incluso los momentos en los que parece que no está pasando nada son factores que ayudan a largo plazo a acostumbrarnos a la nueva ruta.

Recordemos también que aprender puede requerir de frustraciones y no siempre las frustraciones te dejan seguir aprendiendo. Paradójico. La frustración está hecha de expectativas no alcanzadas. Es bueno tener buenas expectativas de nosotros, pero seamos razonables con estas y sobre todo no es necesario torturarse e identificarse con estas situaciones….

¿Mi consejo? Toma un descanso, y vuelve, esto te garantiza una tasa de éxito del 80% (lo digo yo, no la ciencia, o sea me acabo de inventar ese porcentaje pero te lo garantizo por la garrita).

Aprender… crear, es un proceso complementario ¿verdad? ¿Qué tal si cada uno requiere de un tiempo distinto para cosechar un resultado VERDADERO? Uno realmente NUESTRO. No el del influencer de turno o del competitor.

—Pero Vivi, ¡el tiempo es dinero y no sé qué y no sé cuántos!

Buena pregunta.

—Pero no es una pregunt-

Déjame responderte tomándote de la mano.

—…

El dinero no lo es todo.

—…pero-

Pero ya sé: estás haciendo video editing para hacer capital, para poder sacarte adelante, comprarte ropa, viajar con tu familia e ir a conciertos, etc, etc. Quisieras que todo eso venga fácil. Pero ningún proceso de aprendizaje es fácil y menos cuando no tienes todos los factores en orden. Pero hay una buena noticia. Cuanto más se ejercite nuestra mente y nuestras habilidades dentro de estos factores POR MEDIO del video editing o de lo que sea que estemos tratando de aprender, más podremos hacerlo en el futuro y sí, aprender algo y crear algo es re-crearse también. Algo INVALUABLE.

El dinero vendrá de tu honestidad (no que pueda afirmarlo al 100% y esto no sucede en todos los casos de gente millonaria, pero es mi intuición), de no tenerle miedo al éxito, de seguir a tu ritmo y, cuando todo —casi— esté en orden (según tu criterio), salir y ofrecer tu servicio a otros. Por supuesto, puede ser mejor hacerlo antes de que todo esté perfectamente ordenado. Pero de nuevo, es importante calibrar el camino con equilibrio. Intenta y ofrece; si ves que hay algo en lo que trabajar, trabaja en eso; si te sientes capaz de asumir más proyectos, continúa; si no, pregúntate siempre qué te falta y no te quedes estancado: pide consejo y planifica lo que debes aprender. El proceso puede ser diferente para cada persona, pero asegúrate de que sea tuyo. No te compares, no te presiones. Bueno…hazlo si te sirve, you do you, aunque en mi caso… dudo que funcione. Siento que compararse constantemente me convertiría en una editora del montón, sin metacognición ni perspectivas propias. Pero, nuevamente, todo depende de tus intenciones, prioridades y deseos.

Sí, aún quiero hacer buen dinero lo más antes posible, pero estoy segura que también gano algo que el dinero no puede comprar de todo el proceso tras bambalinas. Rápido o lento, como sea natural, ese es el camino que quiero perseguir. Crear por vocación, no cobrar por vocación. Y así todo tendrá sentido. Crear algo valioso y recibir a cambio lo necesario, a veces dinero, a veces aprendizaje para crear mejor. Y así, construir una vida con sentido. Y tener una vida con sentido nos hace atractivos. A ojos de otros y a ojos de una audiencia. La gente aprecia el arte y sobre todo el proceso y la historia del artista, que es de por sí su obra más importante.

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La herida de aquel que busca alcanzar la excelencia por primera vez